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Movilidad saludable

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Semana de la Movilidad

Con la movilidad saludable se busca fomentar la implementación de hábitos activos de movilidad, donde se prefiera el uso del transporte público, la caminata, el uso de la bicicleta. Su impacto no sólo se nota en la disminución en la generación de emisiones contaminantes que afectan la salud, sino que también mejoran la calidad de vida de las personas, la condición de salud y la mitigación en la generación de ruido.

Así mismo, la transformación hacia hábitos de movilidad activa y sostenible agregan bienestar a la sociedad por razones como:

Mejor calidad del aire: Los vehículos motorizados, especialmente los que funcionan con combustibles fósiles, emiten una variedad de contaminantes del aire, como partículas finas, óxidos de nitrógeno y dióxido de azufre, que son perjudiciales para la salud humana. Estos contaminantes pueden causar problemas respiratorios, enfermedades cardiovasculares y cáncer. La movilidad sostenible, que incluye opciones como el transporte público, la bicicleta y caminar, reduce la cantidad de emisiones de gases contaminantes, mejorando así la calidad del aire y la salud respiratoria de las personas.

Fomento de la actividad física: La movilidad sostenible promueve el uso de modos de transporte activos, como caminar y andar en bicicleta. Estas actividades físicas regulares ayudan a mantener un estilo de vida activo, lo que reduce el riesgo de enfermedades relacionadas con la inactividad, como la obesidad, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares. Además, la actividad física contribuye al bienestar mental y emocional.

Menos siniestros viales: Los siniestros viales son una de las principales causas de lesiones y muertes en todo el mundo. La movilidad sostenible, al reducir la dependencia de los vehículos privados y fomentar el uso del transporte público, compartido y no motorizado, contribuye a disminuir la congestión del tráfico y, en consecuencia, el riesgo de siniestros viales.

Mejor salud mental: Los viajes en vehículos privados a menudo implican estar atrapado en el tráfico, lo que puede aumentar el estrés y la ansiedad. La movilidad sostenible puede ofrecer alternativas menos estresantes, como caminar, andar en bicicleta o usar el transporte público, lo que puede tener un impacto positivo en la salud mental.

Reducción del ruido: Los vehículos motorizados generan un alto nivel de ruido, lo que puede contribuir a problemas de audición, estrés y trastornos del sueño. La movilidad sostenible, al promover modos de transporte más silenciosos como la bicicleta y el transporte público, puede contribuir a un entorno más tranquilo y saludable.

Promoción de comunidades más verdes: La movilidad sostenible a menudo está asociada con un diseño urbano que favorece el acceso peatonal y ciclista, así como la preservación de áreas verdes y espacios abiertos. Esto no solo mejora la calidad de vida de los residentes, sino que también proporciona espacios para la recreación y la interacción social, lo que contribuye al bienestar emocional y social.

En resumen, la movilidad sostenible no solo es importante para reducir el impacto ambiental y combatir el cambio climático, sino que también tiene un impacto significativo en la salud y el bienestar de las personas al reducir la contaminación del aire, promover la actividad física, disminuir los accidentes de tráfico y crear entornos más saludables y agradables para vivir. Por lo tanto, fomentar la movilidad sostenible es esencial para mejorar la salud de las personas y las comunidades en todo el mundo.

Mitigación en los impactos negativos para la salud

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades crónicas no transmisibles matan a 41 millones de personas cada año, lo que equivale al 71% de las muertes que se producen en el mundo. Los niños, adultos y personas mayores son vulnerables a los factores de riesgo que contribuyen a este tipo de afecciones a la salud. En consecuencia, la actividad física se ha convertido en un elemento indispensable para la gestión y creación de estrategias para la movilidad sostenible y la promoción del transporte activo como parte de un estilo de vida, que incluye desde el transporte y el espacio público la salud y bienestar de las personas que hacen parte de las comunidades. Esto insta a los gobiernos a diseñar e implementar desde un enfoque de salud y deporte, la adecuación y generación de espacios de actividad física, que se vinculen al uso cotidiano de los medios de transporte e infraestructura que permita actividades como la caminata, los patines, las bicicletas entre otros.

Estrategia Nacional de Movilidad Activa con Enfoque de Género y Diferencial

En el Gobierno del Cambio se promueve la movilidad activa, sostenible y equitativa con acceso a herramientas que facilitan su fomento en los gobiernos locales.

Este documento tiene como objetivo definir un plan de acción que permita desarrollar procesos de promoción de la movilidad activa en todos los territorios del país, desde líneas de trabajo en términos de planeación, infraestructura, diseño de esquemas de gobernanza, definición de instrumentos normativos y de financiación, y estrategias de transformación cultura.

La movilidad activa es entendida como la capacidad que tienen las personas para desplazarse de un lugar a otro, ya sea caminando o usando cualquier vehículo que requiera el uso de la energía de una persona para su funcionamiento. De igual manera, para las personas con algún tipo de discapacidad, incluye modos de transporte que usan algún artefacto mecánico o asistido para suplirla.

Accede aquí a la normatividad relacionada con la movilidad activa en Colombia

La movilidad sostenible es un aspecto fundamental para cuidar tanto de nuestra salud como del medio ambiente. En la actualidad, las ciudades enfrentan desafíos cada vez mayores relacionados con la congestión del tráfico, la contaminación del aire y el cambio climático. La forma en que nos movemos tiene un impacto significativo en estos problemas, y es esencial adoptar un enfoque más consciente y responsable hacia la movilidad.

En primer lugar, la movilidad sostenible contribuye en gran medida a la mejora de la salud pública. La reducción de la dependencia de los vehículos motorizados en favor de opciones más activas como caminar, andar en bicicleta o utilizar el transporte público, promueve un estilo de vida más activo y saludable. Estas formas de desplazamiento no solo ayudan a mantenernos en forma, sino que también reducen el riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles relacionadas con la falta de actividad física, como la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.

Además, la reducción de la contaminación del aire es otro beneficio clave de la movilidad sostenible. Los vehículos a motor emiten una variedad de contaminantes, incluidos gases de efecto invernadero y partículas finas que afectan la calidad del aire y la salud respiratoria de las personas. Al optar por medios de transporte más limpios y eficientes, como el transporte público eléctrico o la bicicleta, podemos disminuir significativamente la cantidad de emisiones dañinas y mejorar la calidad del aire que respiramos.